En la década de 1980, antes de ser un prominente financiero y conocido delictivo sexual, Jeffrey Epstein tuvo una relación con la actriz española Ana García Obregón. Según un reportaje de The New York Times, este vínculo le permitió entrar en círculos de élite económica española, impulsando su carrera como intermediario financiero. Epstein, junto con el exfiscal Bob Gold, ayudó a recuperar millones perdidos por familias adineradas, incluidos los Obregón, tras la quiebra de Drysdale Securities, lo cual cimentó la fortuna inicial de Epstein. No obstante, Obregón niega cualquier participación de su familia en estos eventos y califica tales afirmaciones de falsas, asegurando en televisión que su relación con Epstein fue meramente amistosa y criticando la conexión que se hace de su nombre con el infame financiero.
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