Una receta de sopa griega de garbanzos y limón se destaca como una opción ideal para el otoño, ofreciendo dos métodos de preparación: uno tradicional, con garbanzos secos, y otro más rápido, utilizando garbanzos de bote. La clave del éxito de este platillo radica en el uso del tahini, que complementa a la perfección el sabor suave de los garbanzos y el toque cítrico del limón, resultando en una combinación nutritiva y reconfortante. La sopa puede ser enriquecida al gusto con eneldo fresco y un toque opcional de chile, prometiendo una explosión de sabores que deleita tanto a quienes prefieren las preparaciones cuidadosas como a aquellos que buscan rapidez sin sacrificar calidad.
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