Archivar datos durante siglos, e incluso milenios, ha sido un anhelo constante en el ámbito tecnológico, y ahora más que nunca cobra relevancia gracias a la expansión de la infraestructura digital impulsada por el auge de la inteligencia artificial, el consumo masivo de video, y crecientes regulaciones. En este contexto, la start-up SPhotonix, vinculada a la Universidad de Southampton, ha capturado la atención con su innovadora tecnología de almacenamiento en vidrio de sílice fundida, lo que ellos llaman «Memory Crystal» 5D.
La tecnología 5D se refiere a un método de codificación que emplea un láser de femtosegundo para inscribir nanoestructuras dentro del vidrio, utilizando cinco «dimensiones»: tres coordenadas espaciales y dos parámetros ópticos. Esta técnica, que promete conservar datos hasta 13,8 mil millones de años, está diseñada para lo que se conoce como «cold storage»: datos que deben mantenerse a largo plazo pero que se consultan esporádicamente.
El gran desafío para SPhotonix es trasladar su éxito en laboratorio al mundo real. Actualmente, sus prototipos alcanzan velocidades de escritura de 4 MB/s y lectura de 30 MB/s, cifras inferiores a las tecnologías establecidas. Sin embargo, la empresa aspira a mejorar hasta 500 MB/s en los próximos años. Además, el equipo necesario para escribir y leer los datos en vidrio tiene un alto costo inicial, aunque el objetivo es reducir estos costos y desarrollar un lector que funcione fuera del laboratorio en unos 18 meses.
El interés en el método 5D no es meramente técnico. SPhotonix ha participado en la preservación de la Eon Ark Time Capsule, un proyecto que busca encapsular «conversaciones» actuales para futuras generaciones, demostrando así el potencial cultural y patrimonial de esta tecnología. Este tipo de iniciativas reflejan el interés por preservar no solo datos fríos, sino también patrimonio digital significativo.
En el ámbito del almacenamiento de archivo alternativo, SPhotonix no está sola. Grandes compañías como Microsoft, con su Project Silica, también investigan el almacenamiento en vidrio, mientras que otras start-ups exploran opciones cerámicas y de diversos materiales. La clave será lograr que el almacenamiento 5D en vidrio se convierta de una fascinación tecnológica a una infraestructura viable, estandarizada y económicamente competitiva.
El desafío de archivar para la eternidad pone de manifiesto una realidad creciente: el almacenamiento digital a largo plazo es un problema cada vez más grande, y quizás las soluciones no se encuentren en los soportes tradicionales, sino en cambios radicales como los propuestos por SPhotonix. En un mundo que depende tanto de sus datos, el futuro del almacenamiento podría estar literalmente escrito en piedra, o en este caso, en cristal.








