En un recrudecimiento de tensiones, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha intensificado sus actividades en el Catatumbo, Colombia, buscando el control del territorio y el mercado de drogas. Los enfrentamientos han resultado en más de 80 muertes y miles de desplazados. En respuesta, Nicolás Maduro ha militarizado la frontera venezolana, desplegando 2,000 soldados, y ha cerrado pasos fronterizos clave, en un contexto de críticas por no reconocer su legitimidad tras las elecciones. La crisis ha exacerbado las ya tensas relaciones entre Colombia y Venezuela, destacándose como una derrota para el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien ha declarado el estado de conmoción interior. Sin embargo, Maduro parece aprovechar la inestabilidad de su vecino en una disputa marcada por estrategias políticas y económicas.
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