Rocío Carrasco vivió un episodio insólito en el programa «Hasta el fin del mundo» de RTVE, durante su visita a una estación de autobuses en Perú con Anabel Dueñas. Al preguntar por los precios de los billetes, un empleado, entre risas de Anabel pidiendo un descuento «por su cumpleaños», advirtió que no podían abordar el autobús si habían consumido alcohol. La acusación dejó perplejas a ambas, especialmente a Carrasco, quien visiblemente molesta, exigió ser sometida a una prueba de alcoholemia para demostrar su sobriedad. El resultado fue negativo, destacando Rocío que es abstemio, y expresó su enfado diciendo que nunca volvería a Cruz del Sur.
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