En un emotivo acto que se extendió por una hora, el legendario tenista se despidió del público francés, marcando su legado con la instalación de una placa con su huella en la cancha Philippe Chatrier. Durante el evento, el 14 veces campeón expresó su agradecimiento y compartió un emotivo reencuentro con sus rivales históricos Federer, Djokovic y Murray, quienes lo acompañaron en este significativo adiós.
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