NVIDIA está a punto de lanzar su nueva plataforma Vera Rubin NVL144 dirigida a las «fábricas de IA», que vendrá acompañada de un incremento notable en la factura térmica. El nuevo sistema de refrigeración líquida por rack tendrá un costo aproximado de 48.200 euros, un aumento del 17% en comparación con la generación anterior, el NVL72. Este incremento se debe a la inclusión de GPUs y CPUs de mayor potencia que requieren un sistema de enfriamiento más avanzado.
El aumento de la densidad térmica por bandeja exige el uso de cold plates y circuitos hidráulicos más robustos, lo que eleva los costes por bandeja de cómputo. Aunque el enfriamiento de las bandejas de conmutación requiere menos gasto, no logra compensar el aumento total por rack.
Este avance en tecnología de enfriamiento refleja una tendencia hacia la refrigeración líquida directa al chip, elemento que se está convirtiendo rápidamente en el estándar para las nuevas generaciones de clústeres de IA. Durante el evento GTC 2025 se destacó el cambio hacia sistemas de refrigeración más eficientes, impulsados por la creciente densidad en sistemas de alto rendimiento.
Para los operadores de nuevos campus de IA, el aumento en el CAPEX térmico por rack significa que deberán planificar estratégicamente la potencia, el agua y el manejo del calor residual. Esto implica un enfoque más integrado que toma en cuenta la capacidad eléctrica disponible y los tiempos necesarios para alcanzar potencia operativa completa. La industria financiera ya prevé que la creciente densidad transformará los centros de datos en instalaciones industriales más complejas en términos de necesidades energéticas y de enfriamiento.
Entre las cifras clave, la NVL144 ronda los 48.200 euros por rack en comparación con los 41.200 euros de la NVL72. Este aumento se atribuye a los componentes más potentes y la mayor densidad térmica requerida.
Finalmente, es importante señalar que las cifras en euros se obtuvieron a partir de la conversión de los valores en dólares usando el tipo de cambio más reciente proporcionado por el BCE, aunque los costos reales pueden variar dependiendo de los contratos específicos y los materiales finales utilizados.
