Rumania detectó un dron ruso en su espacio aéreo durante un ataque a instalaciones ucranianas cercanas a la frontera, lo que llevó a movilizar dos cazas F-16 desde la Base 86 Fetești. Aunque el dron fue interceptado, no sobrevoló zonas habitadas ni presentó peligro para la población. El incidente generó una alerta en el condado de Tulcea, informando sobre posibles objetos desde el cielo, aunque se aseguró que Rumania no era un blanco de ataques rusos. Simultáneamente, Polonia activó sus defensas aéreas tras recibir señales de amenazas similares, aunque estas fueron desactivadas sin registros de invasiones. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que el dron ruso penetró intencionalmente en el espacio aéreo rumano, sugiriendo una expansión de la guerra. Rumania, que adoptó leyes para derribar drones intrusos, continúa vigilante frente a estas incursiones, mientras que en Polonia las operaciones militares fueron concluidas sin incidentes.
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