Las autoridades investigan la explosión ocurrida en un almacén de misiles, sin que se haya esclarecido si el incidente fue causado por un ataque dirigido de Ucrania o por un accidente interno. Los primeros informes no proporcionan evidencia concluyente que apunte a una acción deliberada por parte del ejército ucraniano, dejando abierta la posibilidad de un fallo técnico o error humano en el manejo del armamento. El lugar del suceso ha sido acordonado mientras los expertos recopilan pruebas para determinar la causa exacta del evento.
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