Rusia lanzó un ataque masivo contra la infraestructura energética de Ucrania en Navidad, empleando drones y misiles balísticos y de crucero, lo que resultó en una persona fallecida y al menos cuatro heridos. El objetivo del ataque, según el Ministerio de Defensa ruso, fue instalaciones que apoyan el complejo militar-industrial ucranio. La ofensiva dejó significativas regiones en oscuridad y sin calefacción, especialmente afectando ciudades como Járkov. Las fuerzas aéreas ucranianas lograron interceptar parte del ataque, pero numerosos proyectiles alcanzaron sus objetivos, impactando redes de energía, gas y agua. Ucrania, celebrando su segundo año de Navidad el 25 de diciembre, continúa enfrentando apagones intermitentes mientras intenta reparar los daños. El ataque atravesó incluso el espacio aéreo de Moldavia y Rumania, elevando las alertas en países vecinos como Polonia, que activó medidas defensivas.
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