Durante la noche del lunes, las defensas rusas derribaron 337 drones ucranianos en un ataque sin precedentes desde el inicio del conflicto en Ucrania, informaron fuentes del Ministerio de Defensa ruso a través de Telegram. En las afueras de Moscú, fueron abatidos 91 de estos aparatos, en un acontecimiento descrito por el alcalde Serguéi Sobianin como el más grande registrado contra la capital. Este ataque provocó la muerte de una persona y dejó tres heridos, según el gobernador de la región de Moscú, Andréi Vorobiov. El operativo ucraniano coincidió con una reunión en Yeda entre delegaciones de Ucrania y Estados Unidos para discutir posibles negociaciones de paz con Rusia. Los drones fueron interceptados en varias regiones, destacando Kursk, donde se derribaron 126 unidades, en medio de las tensiones continuas en el área.
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