En un anuncio reciente, se ha prometido implementar una «financiación singular y solidaria» a principios de 2026, al tiempo que se ha hecho una fuerte reivindicación de la herencia política de Jordi Pujol, destacando su enfoque de «catalanismo integrador». Esta propuesta busca resonar con las raíces de un catalanismo que aboga por la unidad y colaboración dentro del contexto español, promoviendo una reforma financiera que impulse la autonomía y el bienestar económico de Cataluña, sin desatender el espíritu de cohesión y diálogo propugnado por Pujol en su legado político.
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