Samsung ha dado un paso significativo en su estrategia de semiconductores al comenzar la producción de prototipos del Exynos 2600, su primer procesador fabricado utilizando un nodo de 2 nanómetros. Este avance marca un hito para el gigante surcoreano, ya que busca posicionarse de nuevo en el competitivo mercado del chip, desafiando al líder actual, TSMC.
El Exynos 2600 está destinado a alimentar la próxima serie Galaxy S26, cuyo lanzamiento está previsto para inicios de 2026. La fabricación en 2 nm promete mejoras significativas en eficiencia energética y rendimiento, elementos fundamentales para mantener la competitividad en el mercado de dispositivos móviles de gama alta.
Fuentes de la industria en Corea del Sur han confirmado que Samsung Foundry ya ha iniciado la producción masiva de prototipos del nuevo chip, el cual representa un salto tecnológico respecto al Exynos 2500 de 3 nm, que debutará en el Galaxy Z Flip 7. Este desarrollo se produce en un momento crucial para Samsung, que busca incrementar su cuota de mercado frente a TSMC, que ya ofrece procesadores de 3 nm y más avanzados a numerosos fabricantes.
En las fases iniciales de producción de prueba, Samsung logró una tasa de rendimiento del 30%, cifra que ha mejorado gracias a la colaboración cercana con el equipo de diseño System LSI. Ahora, la compañía se ha fijado el ambicioso objetivo de superar el 50% de rendimiento antes de comenzar la producción en masa. El proceso de “risk production”, previsto para finales de año, será vital para evaluar la calidad y fiabilidad del Exynos 2600 antes de su implementación final.
El éxito del Exynos 2600 no solo es crucial para Samsung Foundry, sino también para la competitividad global de la marca en el ámbito de procesadores de alta gama. Si este nuevo chip destaca por su eficiencia, rendimiento y gestión de la temperatura, podría reimpulsar las divisiones de semiconductores, móviles y diseño de Samsung.
La llegada del Exynos 2600 en los primeros modelos Galaxy S26 en 2026 será un evento clave para la industria, ya que podría señalar el regreso de Exynos como un referente en la tecnología de chips avanzados y reafirmar la capacidad de Samsung para disputar el liderazgo en el campo de los semiconductores avanzados.
