La reciente donación de mobiliario urbano realizada por Banco Santander constituye un significativo avance en las iniciativas destinadas a apoyar tanto a los ciudadanos como a las empresas que todavía se enfrentan a las consecuencias devastadoras de la DANA. Esta acción se enmarca en un esfuerzo por restaurar la normalidad y recuperar las infraestructuras afectadas en las regiones más perjudicadas.
Hasta la fecha, el Banco Santander ha aportado más de 4,1 millones de euros dirigidos a proyectos e iniciativas destinadas a asistir a los sectores más impactados. Estos fondos son canalizados a través de más de 40 organizaciones no gubernamentales y fundaciones que han enfocado sus esfuerzos en brindar apoyo en las zonas afectadas. Además, la entidad ha implementado programas específicos, destacando un plan de ayudas económicas directas para estudiantes universitarios perjudicados por la situación, así como donaciones de materiales de primera necesidad organizadas desde la dirección territorial en la Comunidad Valenciana.
Javier Gallardo, director territorial del Santander en la Comunidad Valenciana y Murcia, subrayó que esta donación es una muestra del compromiso del banco con Valencia y su deseo de colaborar en la reconstrucción de la zona. Gallardo declaró: «Estamos convencidos de que nuestro papel es estar junto a las personas, los negocios y las instituciones en las zonas afectadas por la DANA para apoyarles y facilitarles el impulso que necesitan para retomar su actividad».
La iniciativa no se limita solo a la donación de mobiliario urbano, sino que además incluye un innovador proyecto de fabricación de este mobiliario a partir de tarjetas recicladas, un esfuerzo en el que Santander ha estado trabajando durante los últimos tres años. Esta iniciativa ha permitido transformar más de 1,2 millones de tarjetas en mobiliario urbano, utilizando redes marinas recuperadas del océano como parte del proceso de fabricación, en un intento por reducir el impacto ambiental de la entidad.
Los clientes del banco pueden contribuir a este esfuerzo de sostenibilidad entregando sus tarjetas caducadas en los cajeros automáticos, donde comienza el proceso de reciclaje y transformación. Tras completarse, se les envía un mensaje confirmando la reciclabilidad de sus tarjetas. Los bancos fabricados se donan a los ayuntamientos, que son los responsables de determinar las ubicaciones más adecuadas para su instalación.
Con esta y otras iniciativas, Banco Santander reafirma su compromiso con la economía circular y su objetivo de que, para finales de este año, todas sus tarjetas estén fabricadas con materiales sostenibles en todos los países en los que opera. Esto marca un paso significativo hacia un futuro más responsable y comprometido con la preservación del medio ambiente.
