Samsung Electronics ha trastocado el panorama económico con un anuncio inesperado: se anticipa que sus ingresos en el segundo trimestre de 2025 experimenten una caída del 56% en comparación con el año anterior. Esta drástica disminución es atribuida por la compañía a una serie de factores, entre los cuales destacan las restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos y una desaceleración en las ventas de chips de inteligencia artificial.
La gigante surcoreana enfrenta retos considerables en su división de semiconductores, un área que solía ser su principal fuente de ingresos. Las tensiones geopolíticas actuales, particularmente las restricciones a la exportación de chips de IA a China, han creado obstáculos significativos para Samsung, obstaculizando su capacidad para competir equitativamente con empresas como Micron y SK Hynix.
Uno de los aspectos más críticos de esta situación es el retraso en la entrega de memorias HBM3E, esenciales para las tarjetas gráficas de alto rendimiento de NVIDIA. Este obstáculo ha permitido que los competidores de Samsung ganen terreno. Además, la empresa ha manifestado contratiempos en la acogida de sus nuevos smartphones, los Galaxy S25, S25 Ultra y S25 Edge, que han enfrentado una intensa presión de marcas chinas como Xiaomi y Honor.
Los números son contundentes: los beneficios operativos de la división de semiconductores de Samsung se estiman en 500.000 millones de wones, mostrando un descenso del 90% respecto al mismo periodo del año anterior. Este revés no es menor para una empresa acostumbrada a liderar en este sector.
De cara al futuro, Samsung expresa su intención de superar estos desafíos mediante un fortalecimiento de su cadena de suministro y la renegociación de contratos vitales. Sin embargo, los analistas alertan sobre un escenario global poco favorable y una economía ralentizada que podrían complicar la recuperación.
Mientras Samsung trabaja en medidas para revertir esta situación, el entorno mundial sigue presentando múltiples desafíos que pondrán a prueba la resistencia y adaptabilidad de la empresa en esta nueva fase dominada por la inteligencia artificial.
