El sector del hardware atraviesa una etapa compleja y desigualada, marcado por un panorama de precios mixto que afecta a componentes esenciales para usuarios y empresas. Mientras algunas tarjetas gráficas han experimentado una bajada de precios, los módulos de memoria RAM y los SSD siguen con una tendencia alcista que no parece tener fin. En este contexto, las tensiones en la oferta de memoria han dado lugar a incrementos de hasta el 60 % a lo largo del año. Samsung Electronics ha anunciado una nueva subida prevista del 15-20 % para la memoria DRAM en el último trimestre de 2025. Este anuncio plantea un dilema para quienes planeen renovar o ampliar sus equipos durante la temporada navideña.
Las causas detrás de este fenómeno residen principalmente en el desequilibrio oferta-demanda. La demanda derivada de la inteligencia artificial, especialmente en centros de datos y aceleradores que requieren grandes cantidades de memoria, sigue escalando y ejerce una presión significativa sobre el mercado de DRAM. Los fabricantes están priorizando los segmentos más lucrativos, lo que ha llevado a ajustar la producción para maximizar los márgenes, incluso reduciendo la fabricación de NAND en favor de DRAM, donde los retornos son mayores. Esta situación ha creado un cuello de botella que ha encarecido la DRAM de consumo y ha afectado también al precio de los SSD, especialmente en períodos de alta demanda.
Con el aumento de precios de Samsung del 15-20 % y un ajuste del 10 % por parte de SK hynix en su catálogo, los OEM están tomando medidas para enfrentar esta situación. Xiaomi, por ejemplo, habría pagado hasta un 50 % más para asegurar su suministro, mientras que Lenovo ha optado por firmar contratos a largo plazo para garantizar la disponibilidad de sus productos.
Para los consumidores y las pymes, esta subida de precios plantea varios desafíos. En el caso de la RAM para PC y portátiles, se espera que los módulos DDR5 experimenten un aumento del 15-20 % respecto al trimestre anterior. Para móviles y tabletas, el incremento en los costos de la LPDDR puede reflejarse en modelos con más memoria o limitar las promociones en ciertas gamas de precios. Los SSD, aunque afectados principalmente por la presión sobre la DRAM, también verán un aumento en sus precios, sobre todo los de mayor rendimiento.
Las pymes y equipos de TI que tienen previsto realizar ampliaciones o renovaciones deben presupuestar con anticipación y no depender de compras de última hora. Los expertos recomiendan anticipar las compras si estas son imprescindibles, evaluar si es mejor optar por más memoria al adquirir un equipo nuevo en lugar de ampliarlo posteriormente, y evitar pagar de más por frecuencias extremas.
El impacto de estas dinámicas no se limita a los ordenadores personales. Smartphone, portátiles y centros de datos también sentirán los efectos. Los fabricantes de smartphones podrían priorizar sus lanzamientos más rentables, lo que podría resultar en una menor disponibilidad de modelos de gama media con más RAM. Los portátiles con memoria intercambiable (en lugar de soldada) ganan en atractivo debido a su posibilidad de ampliación futura. Asimismo, los centros de datos verán cómo los grandes contratos para IA seguirán absorbiendo gran parte del mercado de memoria, lo que hará que el precio para el consumidor siga pendiente de estas dinámicas.
En los próximos meses, se recomienda a los consumidores monitorear cualquier cambio en las guías de precios de mayoristas y los movimientos en los catálogos de los minoristas. La aparición de kits de RAM en configuraciones atípicas puede ser un indicador de escasez de ciertos módulos.
Ante este contexto, la planificación se torna esencial. Definir claramente los objetivos y requisitos de RAM, comparar el coste por GB, elegir kits gemelos para aprovechar el dual channel y actualizar las BIOS antes de incorporar memorias rápidas puede marcar la diferencia económica y de rendimiento a largo plazo.







