El nuevo teléfono con pantalla flexible, que pesa solo 215 gramos y tiene un grosor de 4,2 mm cuando está desplegado, se posiciona como un competidor directo de los smartphones tradicionales. Su diseño innovador busca atraer a usuarios que valoran la portabilidad sin sacrificar funcionalidad, ofreciendo una alternativa atractiva a los dispositivos convencionales en el mercado de la tecnología móvil.
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