Samsung parece decidida a superar los desafíos que ha enfrentado en su división de semiconductores móviles. Después de meses de rumores y expectativas, todo indica que el lanzamiento del Exynos 2600, su próximo sistema en chip (SoC) de gama alta, podría ocurrir antes de lo previsto, proporcionando además una ventaja en rendimiento frente a sus competidores más cercanos.
Una reciente filtración en la red social china Weibo ha desvelado información crucial: el anuncio del Exynos 2600 podría realizarse a finales de enero de 2026. Este periodo permitiría a Samsung integrar el chip sin contratiempos en los nuevos Galaxy S26 y S26+, cuyo lanzamiento se espera para febrero, durante el ya clásico evento Galaxy Unpacked.
La relevancia del Exynos 2600 no recae solo en Samsung, sino en la industria tecnológica en su conjunto. Este sería el primer chipset para smartphones fabricado en un proceso de 2 nanómetros con la arquitectura Gate-All-Around (GAA), adelantándose así a los desarrollos de TSMC y sus clientes, como Qualcomm y MediaTek.
Durante los últimos meses, han circulado reportes contradictorios sobre el progreso de este proyecto. Mientras algunos sugerían que la producción masiva del chip no había comenzado, otros indicaban que Samsung ya había iniciado su fabricación en volumen a finales de septiembre, obteniendo un rendimiento cercano al 50%.
La compañía ha publicado comparativas generales de su proceso de 2 nm GAA en términos de mejora de rendimiento, ahorro de energía y reducción de área frente al nodo de 3 nm GAA. Estas mejoras sugieren que el Exynos 2600 podría ofrecer significativos beneficios de eficiencia y potencia dentro de un tamaño reducido.
Un resultado en Geekbench 6, que se atribuye al Exynos 2600, refuerza la idea de un avance generacional. El chip alcanzó 3,455 puntos en mononúcleo y 11,621 en multinúcleo, con su núcleo de mayor rendimiento funcionando a 3.80 GHz. Estos números lo colocan en la competencia directa con chipsets como el Snapdragon 8 Elite Gen 5, el Dimensity 9500 y el Apple A19 Pro.
La eficiencia real del chip en escenarios de uso intensivo sigue siendo cuestionable. Serán cruciales el manejo de la temperatura, el consumo de energía y el rendimiento bajo cargas gráficas o tareas de inteligencia artificial generativa para determinar su verdadero potencial.
La liberación del Exynos 2600 representaría una estrategia clave para Samsung, ofreciendo una oportunidad para reposicionar su plataforma frente a Qualcomm tras años de comparaciones desfavorables con los chips Snapdragon. Un Exynos competitivo y eficiente podría restaurar la credibilidad de la compañía en sus propios SoCs, fortaleciendo su estrategia de integración vertical y mostrando funciones avanzadas de fotografía computacional e inteligencia artificial ejecutadas localmente.
El lanzamiento comercial de los Galaxy S26 será la verdadera prueba para el Exynos 2600, evaluando su eficiencia térmica y energética, su rendimiento sostenido y la potencia de sus aceleradores de IA. Si el Exynos 2600 cumple lo prometido, 2026 podría marcar el renacimiento de Samsung en el mercado de los semiconductores móviles, compitiendo nuevamente en la cúspide de la gama alta de Android.
