Samsung Electronics ha fortalecido su posición en la industria de semiconductores avanzados al cerrar acuerdos cruciales con dos importantes fabricantes chinos de equipos de minería de criptomonedas, MicroBT y Canaan, para producir chips de 2 nanómetros de arquitectura GAA. Esta decisión estratégica busca cerrar la brecha con TSMC, líder del sector, y diversificar la base de clientes de Samsung en tecnología de punta.
MicroBT y Canaan, respectivamente el segundo y tercer mayor fabricante de equipos para minería de criptomonedas, han optado por Samsung para desarrollar su próxima generación de chips ASIC. Estos componentes, vitales para la minería de Bitcoin, prometen una mejora en el rendimiento y la eficiencia energética, fundamentales en un sector donde cada mejora en rendimiento por vatio impacta significativamente la rentabilidad. Bitmain, el líder de la industria, sigue colaborando con TSMC, lo que subraya la importancia del movimiento de Samsung por ganar terreno en el mercado.
La producción de estos chips se llevará a cabo en la planta S3 de Hwaseong, Corea del Sur, donde Samsung ya ha instalado la capacidad para procesos de 2 nm. Se estima que los pedidos de MicroBT y Canaan implican la producción de alrededor de 2,000 obleas de 300 mm por mes, constituyendo aproximadamente el 10% de la capacidad de producción actual de 2 nm de Samsung. Aunque no es una cantidad significativa en términos absolutos, el contrato representa unos ingresos estimados de 480 millones de dólares anuales y simboliza un avance importante para Samsung.
Estos acuerdos refuerzan la estrategia de Samsung de acelerar la adopción de los 2 nm en diferentes sectores, desde la telefonía móvil y la inteligencia artificial, hasta la minería. Se destaca la arquitectura de transistores GAA, que ofrece ventajas significativas en el control del canal y en la minimización de fugas de corriente, lo que se traduce en mayor rendimiento y menor consumo.
Para Samsung, estos pedidos significan más que solo nuevos ingresos; representan una oportunidad para mostrar que pueden competir en un segmento de semiconductores altamente especializado. También impulsan la diversificación de su cartera de clientes, sirviendo como una demostración de su capacidad para producir chips que cumplen con las exigencias de rendimiento y consumo energético en sectores de alta demanda.
A nivel global, Samsung continúa desarrollando su capacidad de producción de 2 nm, con planes de expansión que incluyen una planta en Texas, EE.UU., para 2027. La competencia contra TSMC no solo se define por aspectos tecnológicos, sino también por la capacidad de producción y la disposición a ajustar precios para atraer clientes que busquen alternativas.
No obstante, la relación de Samsung con empresas chinas en el contexto de la fabricación de chips avanzados podría enfrentar desafíos regulatorios y políticos. Con la creciente atención hacia el uso de tecnología avanzada con fines específicos, como la minería de criptomonedas, es esencial considerar cómo evolucionarán las políticas de exportación y las regulaciones en el futuro próximo.
En un mercado donde el dominio de TSMC es notable, el interés de clientes como MicroBT y Canaan en Samsung podría suponer un cambio de paradigma. Aunque queda por ver si Samsung logra una redistribución significativa de participación de mercado, lo cierto es que se posiciona firmemente como un desafiante serio en la carrera tecnológica de los 2 nm.








