Las principales familias políticas europeas, los populares, socialdemócratas y liberales, alcanzaron un pacto que permitirá a Teresa Ribera asumir la vicepresidencia de la Comisión Europea y la comisaría de transición limpia y competitiva. Este acuerdo también incluye la aprobación de los candidatos propuestos por los líderes de Italia y Hungría, Giorgia Meloni y Viktor Orban, aunque el candidato húngaro tendrá limitadas sus competencias en derechos reproductivos y gestión de crisis. El bloqueo inicial fue superado pese a la oposición de la delegación española de los populares, que seguía vetando a Ribera. El presidente de los populares europeos, Manfred Weber, enfatizó la necesidad de estabilidad en la UE y destacó la importancia de que Ribera resuelva sus pendientes antes de asumir el cargo. A pesar de las reticencias, el consenso fue alcanzado en un documento que refleja el compromiso hacia una Europa pro-Ucrania y un objetivo común de transición ecológica y digital, con el voto definitivo de los comisarios programado para el 27 de noviembre.
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