La crisis de la semana para Pedro Sánchez y el PSOE se agrava en medio de una serie de detenciones y escándalos de corrupción que han sacudido al Gobierno. A pesar de las presiones de su aliado Sumar, liderado por Yolanda Díaz, quien ha exigido un cambio profundo en el Ejecutivo y medidas contundentes contra la corrupción, Sánchez se mantiene firme en su decisión de no realizar cambios en su gabinete, argumentando que no hay ministros implicados directamente. La tumultuosa semana ha estado marcada por arrestos notables, entre ellos, los de Leire Díez, Vicente Fernández y Antxón Alonso, así como registros en diversas entidades gubernamentales. A esto se suman escándalos de acoso sexual que involucran a figuras como Paco Salazar. A pesar de la creciente presión, el entorno de Sánchez en Moncloa insiste en mantener la calma y descarta cualquier remodelación del Gobierno, asegurando que las decisiones al respecto son prerrogativa exclusiva del presidente.
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