El bloque de investidura busca capitalizar la fragilidad del presidente para avanzar en sus agendas a cambio de su respaldo en el Parlamento, mientras que Podemos marca distancia del PSOE. Aunque no participará activamente en las negociaciones, tampoco tiene intención de desestabilizar al gobierno actual.
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Sánchez enfrenta una legislatura en pausa mientras aliados endurecen demandas
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