En su primera rueda de prensa tras la condena del fiscal general Álvaro García Ortiz, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado su malestar con el fallo del Tribunal Supremo al tiempo que ha subrayado la necesidad de extremar la cautela para evitar una confrontación directa con la institución. Sánchez sugiere que el Tribunal Constitucional o la justicia europea podrían revisar la sentencia, mientras que un indulto no está contemplado por ahora. Ha criticado sutilmente la influencia política en la decisión, mencionando al juez Manuel Marchena y remarcando su respeto hacia el Supremo. Además, Sánchez ha iniciado el proceso para nombrar un nuevo fiscal general, anticipando que será de perfil progresista y con experiencia relevante para enfrentar el desafío actual.
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