Las autoridades españolas han implementado nuevas medidas para abordar la crisis climática, centrando sus esfuerzos en la transición hacia fuentes de energía renovable. El anuncio, realizado este jueves, detalla un ambicioso plan que apunta a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para el año 2030. Este enfoque busca no solo cumplir con los compromisos internacionales en materia de cambio climático, sino también impulsar la economía verde del país y generar miles de empleos en el sector ambiental. El gobierno ha subrayado la importancia de la colaboración entre el sector público y privado para garantizar el éxito de estas iniciativas.
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