El gobierno ha experimentado un cambio significativo con la designación de Diego Rubio, sin afiliación partidista, como jefe del Gabinete, tras el nombramiento de Óscar López como nuevo ministro, en sustitución de Escrivá. Esta decisión destaca por la incorporación de un perfil independiente en un puesto clave del Ejecutivo.
Leer noticia completa en El Mundo.