El presidente del Gobierno promueve el establecimiento de «puentes» entre la Unión Europea y China, buscando alcanzar «acuerdos equilibrados» que favorezcan a ambas partes. Esta estrategia se enmarca en un contexto de cooperación internacional, señalando la importancia de fortalecer las relaciones bilaterales y fomentar un diálogo constructivo que permita beneficios mutuos, en un esfuerzo por afianzar la colaboración entre las dos potencias.
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