Nicolas Sarkozy, exmandatario francés, compareció por videoconferencia desde la prisión de La Santé en París antes de que el Tribunal de Apelación decidiera sobre su libertad provisional. Acusado de financiación ilícita de su campaña presidencial de 2007 con fondos del régimen libio de Gadafi, se declara víctima de una «manipulación». Desde su celda, acompañado por sus abogados, describió su encarcelamiento como una «pesadilla» y agradeció al personal penitenciario por su trato humano. La decisión del tribunal, que podría liberar a Sarkozy, se espera para las 13:30 horas. El exlíder niega las acusaciones y alega persecución política y mediática.
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