La reciente creación del Parque de la Memoria de Benamahoma marca un hito significativo en la recuperación de la memoria histórica en la región. Este espacio conmemorativo ha sido impulsado por la Diputación, que participó activamente en la inhumación de los restos de 68 víctimas de la represión franquista, recuperados entre 2017 y 2019 en tres campañas financiadas por el Servicio de Memoria Histórica y Democrática.
Los restos, hallados en 19 fosas comunes del antiguo cementerio de Benamahoma, pertenecen a personas que sufrieron la violencia del régimen franquista tras el golpe de Estado de 1936, incluyendo a habitantes de distintas localidades como Grazalema, Prado del Rey, Villamartín y El Bosque. En el acto de inauguración, se destacó la importancia de este espacio como lugar de recuerdo, reflexión y homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado.
La ceremonia estuvo marcada por emotivas intervenciones de diversas personalidades, entre ellas el alcalde de Grazalema, Carlos García Ramírez, y representantes de asociaciones de familiares de víctimas. Fue especialmente conmovedor el testimonio de María Carretero Jiménez, hija de uno de los ejecutados, quien compartió su dolor y la historia familiar de represión que aún pesa en su memoria.
Este esfuerzo no solo busca recuperar los restos, sino también preservar la memoria colectiva. Bajo la coordinación de Jesús Román y su equipo científico, se han realizado estudios antropológicos para identificar a las víctimas, estableciendo concordancias genéticas con sus familiares. La Diputación de Cádiz ha destinado 37.500 euros a este proyecto, reflejando su compromiso con la verdad y la justicia histórica.
El Parque de la Memoria se ha transformado en un espacio digno, con caminos, bancos y un conjunto escultórico que representa la silueta de las víctimas. Este lugar no solo recuerda el pasado, sino que también sirve como herramienta educativa para las generaciones futuras, como subrayó Javier Vidal, vicepresidente de la Diputación.
La transformación de este sitio de dolor en un lugar de memoria y aprendizaje es un acto de justicia histórica y un recordatorio de la importancia de preservar la verdad sobre la represión vivida. La apertura de este parque es un paso decisivo hacia la reconciliación, permitiendo que la historia de los 68 inhumados no sea olvidada.
Fuente: Diputación de Cádiz.