Seagate ha logrado un avance significativo en la tecnología de discos duros, reafirmando la relevancia de los discos mecánicos en un entorno que mira cada vez más hacia los SSD. Gracias a su tecnología HAMR (Heat-Assisted Magnetic Recording), Seagate ha alcanzado en laboratorio una densidad de 6,9 TB por plato. Esto abre la posibilidad de crear discos con capacidades que oscilen entre los 55 TB y 69 TB en el formato estándar de 3,5 pulgadas, duplicando efectivamente la capacidad por plato de sus modelos actuales de 30 TB.
Este hito reside en el propio plato del disco, donde Seagate ha probado con éxito una densidad de 6,9 TB, una mejora impresionante en comparación con los platos de 3 TB utilizados hasta ahora. Este aumento permitiría, teóricamente, la producción de discos de hasta 69 TB usando 10 platos sin modificar el formato físico del disco, algo crucial para su integración en centros de datos que utilizan racks y chasis existentes.
La tecnología detrás de este avance, HAMR, consiste en el uso de un láser diminuto que calienta la superficie del plato mientras se graba el dato. Este calentamiento temporalmente reduce la coercitividad magnética del material, permitiendo grabar bits más pequeños sin perder estabilidad. Complementando esta técnica, la plataforma Mozaic 3+ de Seagate reduce aún más el tamaño de los granos magnéticos para maximizar la densidad de datos sin comprometer la fiabilidad del disco.
Sin embargo, los consumidores tendrán que esperar para ver estos avances en el mercado. Según el roadmap de Seagate, no se espera que los platos de 6,9 TB lleguen a producción hasta 2030. Mientras tanto, la compañía planea una escalada de capacidades: platos de 4 TB en 2027, 5 TB en 2028, y 6 TB en 2029. Mirando hacia el futuro, se prevé alcanzar platos de entre 7 TB y 15 TB a partir de 2031, lo que podría llevar a discos cercanos al petabyte antes de 2040.
A pesar del auge de los dispositivos SSD, los discos duros mecánicos siguen siendo una pieza fundamental para el almacenamiento masivo debido a su coste por terabyte, que sigue siendo más bajo que el de los SSD para grandes volúmenes de datos de archivo. Además, la creciente demanda de almacenamiento masivo por parte de la inteligencia artificial y la necesidad de conservar grandes cantidades de datos durante años refuerzan la relevancia de los HDD en centros de datos.
No obstante, Seagate no está sola en esta carrera. Toshiba y Western Digital también han declarado sus propios avances: Toshiba planea discos de 40 TB para 2027, y Western Digital trabaja en combinaciones de tecnologías SMR, ePMR y variantes asistidas por energía. Sin embargo, con la experiencia de Seagate en discos HAMR de 30 TB ya en el mercado, la empresa lleva una ventaja tecnológica.
A corto plazo, estos avances benefician principalmente a centros de datos, nubes públicas y grandes proveedores de servicios. A largo plazo, a medida que estas tecnologías maduren y se vuelvan más asequibles, es probable que veamos mayores capacidades disponibles para el mercado de consumo avanzado y dispositivos NAS (Network Attached Storage).
En conclusión, Seagate avanza firmemente hacia el futuro del almacenamiento masivo, ofreciendo un equilibrio entre innovación tecnológica y costes operativos, asegurando que los discos duros mecánicos sigan desempeñando un papel crucial en la infraestructura de datos global en las próximas décadas.








