Aunque estamos en la estación más calurosa del año, los días lluviosos o húmedos aún pueden dificultar el secado de la ropa. Un método eficaz para acelerar este proceso sin una secadora es el truco de la toalla, que consiste en colocar una toalla seca en el tambor de la lavadora junto con las prendas recién lavadas para que absorba la humedad adicional durante un ciclo de centrifugado rápido. Este enfoque no solo ahorra tiempo, sino también energía eléctrica, reduciendo así el consumo mensual. Además, para prendas que requieren un secado adicional, se pueden dejar cerca de corrientes de aire naturales o utilizar un secador de pelo para piezas pequeñas. Evitar el secado directo al sol puede prolongar la vida útil de la ropa.
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