Puerto Rico enfrentó un nuevo apagón masivo afectando a más de 1,1 millones de clientes después de que todas las plantas generadoras dejaran de operar inesperadamente. Según LUMA Energy, el servicio podría tardar de 24 a 48 horas en restablecerse por completo, aunque se priorizarán hospitales y el aeropuerto. Mientras tanto, las calles y el comercio sufren caos debido a la falta de electricidad, interrumpiendo eventos deportivos y actividades comerciales. Críticas se han dirigido al gobierno y las empresas eléctricas por la fragilidad de la red, mientras figuras como Bad Bunny han expresado descontento en redes sociales. La gobernadora Jenniffer González interrumpió sus vacaciones para regresar a la isla, que sigue lidiando con los efectos de un sistema eléctrico debilitado desde el huracán María en 2017.
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