Un tribunal en Ecuador condenó a 16 militares por la desaparición forzada de cuatro niños en Guayaquil. Once de ellos recibieron la pena máxima de 34 años y ocho meses de cárcel, mientras que otros cinco fueron sentenciados a 30 meses tras colaborar para reconstruir los hechos. La desaparición ocurrió el 8 de diciembre de 2024, cuando los menores fueron injustamente acusados de robo y sometidos a tratos crueles. Pruebas presentadas incluyeron testimonios, audios y videos que evidenciaron la violencia ejercida por los militares. Los cuerpos de los niños aparecieron calcinados el 24 de diciembre. La sentencia impuso medidas de reparación, como una multa de 385,000 dólares y la exigencia de disculpas públicas por parte del Estado, además de programas de derechos humanos para los condenados. Este caso ha expuesto lo que podría ser una política más amplia de desapariciones forzadas en el contexto del conflicto armado interno declarado por el presidente Daniel Noboa.
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