Seúl enfrenta una invasión de la mosca conocida como «de la luna de miel» (Plecia longiforceps), que ha cubierto parques y zonas urbanas, generando molestias a la ciudadanía. Estos insectos, que se aparean volando juntos durante días, están presentes principalmente en los distritos suroeste y noroeste de la capital. Se sospecha que arribaron desde China, gracias a rutas comerciales, y su expansión ha sido facilitada por el cambio climático. Aunque no transmiten enfermedades, su acumulación puede causar inconvenientes. Ante la situación, el gobierno ha adoptado un plan de manejo no químico con trampas y campañas informativas, previendo que la plaga disminuirá para mediados de julio.
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