La octava edición del Craft Prize, organizado por la Fundación Loewe, retomó el debate sobre la delgada línea entre arte y artesanía en Madrid. El premio, que destaca la excelencia en la práctica artesanal, coronó al japonés Kunimasa Aoki por su escultura anamórfica en terracota en un evento celebrado en el Museo Thyssen-Bornemisza. El certamen recibió 4,600 propuestas de 133 países, seleccionando a 30 finalistas, entre los que recibió menciones especiales el nigeriano Nifemi Marcus-Bello y un estudio indio. Sheila Loewe, presidenta de la Fundación, resalta cómo el galardón eleva la artesanía a la categoría de arte, rompiendo barreras tradicionales. El premio es parte de una estrategia cultural más amplia de Loewe, una firma que ha logrado combinar de manera exitosa las tradiciones artesanas con el prestigio del mundo artístico contemporáneo.
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