El hijo menor de Juana Rivas, de 11 años, se reunió con su padre, Francesco Arcuri, en Maracena, Granada, obedeciendo una orden judicial, a pesar de que el Tribunal Constitucional rechazó la solicitud de Rivas para suspender la entrega. El encuentro fue tenso, con el niño llorando y manifestando temores por su seguridad. En el lugar estuvieron presentes la directora general de Derechos de la Infancia y miembros de apoyo a Rivas, mientras que un equipo de psicólogos supervisó el proceso. Juana Rivas sufrió un episodio de nerviosismo y fue trasladada en ambulancia. Arcuri, quien tiene la custodia, llevará al niño a Italia y enfrenta un juicio por presuntos maltratos a sus hijos el próximo 18 de septiembre.
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