La inteligencia artificial (IA) generativa está transformando radicalmente la creación de texto, desde declaraciones de amor hasta correos electrónicos, siendo difícil distinguirlas de producciones humanas. La experta Naomi Alderman sugiere estar atento a ciertas señales que delatan un texto generado por IA. Entre ellas se encuentra el contenido excesivamente genérico, falta de coherencia interna y la elección aleatoria de palabras que pueden sonar incoherentes. Además, textos escritos por IA suelen carecer de un punto de vista humano genuino y un tono natural. Si el texto no parece algo que alguien diría en voz alta o carece de un toque emocional, podría ser obra de una IA. Incluso se puede consultar a otra IA para verificar la autoría de un texto, utilizando programas especializados para detectar la intervención de herramientas de escritura basadas en inteligencia artificial.
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