Ubicado en la frontera entre Cantabria, Asturias y Castilla y León, el Valle de Liébana es una escapada ideal que combina paisajes impresionantes, rica historia y una exquisita gastronomía. Destacan el encantador pueblo de Potes, famoso por sus torres del siglo XV, y el Monasterio de Santo Toribio, que alberga el mayor fragmento de la Cruz de Cristo. Otros imprescindibles son el pintoresco Mogrovejo, el recorrido en teleférico de Fuente Dé y las rutas de senderismo accesibles para todos los niveles. Además, el descenso del río Deva ofrece una alternativa menos concurrida al popular Sella, mientras que la Iglesia de Santa María de Lebeña destaca como el principal monumento prerrománico de Cantabria.
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