Sigüenza se alza como un enclave de encuentro entre la historia y la gastronomía con el XVI Concurso de Pinchos y Tapas Medievales, que tendrá lugar los días 26 y 27 de octubre. Este evento, organizado por la Red de Ciudades y Villas Medievales, no solo pondrá a prueba la destreza culinaria de chefs que compiten por el título de Chef Medieval del año 2024, sino que también ofrecerá a los visitantes la oportunidad de sumergirse en un viaje culinario a la Edad Media.
Las restricciones son claras: los competidores no podrán utilizar ingredientes introducidos en Europa después del descubrimiento de América, lo que desafía la creatividad de chefs de diversos rincones de la península. Uno de los momentos más esperados del evento será el concurso oficial en el Palacio de Infantes de Los Josefinos el sábado por la tarde, donde los aromas de especias antiguas y técnicas culinarias ancestrales prometen cautivar a los asistentes.
Pero no solo los competidores disfrutarán de esta festiva ocasión. Todos los visitantes podrán deleitarse con la Ruta del Pincho Medieval, una experiencia que busca ofrecer sabores auténticos y técnicas de la época a través de seis establecimientos locales. Por un precio de 4 euros, los participantes de la ruta podrán degustar estas especialidades junto con una bebida, ya sea un vino local, una caña o un fino seguntino.
Entre las creaciones culinarias que prometen deslumbrar, destaca el ‘Crisol de Cabrito’ de Cristian Solana, ganador del título del pasado año en Laguardia-Álava. Este plato se une a otras propuestas innovadoras como el ‘Nevero Medieval’ de Jorge Ruiz Luzuriaga, que utiliza métodos de conservación propios de la era medieval, y el ‘Erizo’ medieval de José Mário Magalhães, desde Marvão, que combina bacalao, castañas y un puré de manzana especialmente preparado.
Además, los comensales podrán disfrutar de otros destacados platos como ‘El manjar del clérigo’ de María Rello y ‘Sarandonga’ de Íñigo Tizón, que se presentan como verdaderas obras de arte culinarias. Las propuestas se extienden más allá del centro urbano, alcanzando las pedanías de Alcuneza y Pelegrina-Sigüenza con creaciones como la ‘Hormiga Pelegrina y tortilla de torreznillos de papada y ajo negro’ de Sergio Bajá.
Este encuentro se une a las conmemoraciones del IX Centenario de la Reconquista de Sigüenza, una celebración que realza el profundo legado histórico de la ciudad, desde sus raíces celtibéricas hasta su esplendor medieval. La atmósfera única de Sigüenza, junto con su patrimonio arquitectónico y sus históricas calles, hacen del destino no solo un lugar de interés cultural sino un firme candidato a ser reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Así, Sigüenza no solo abre sus puertas al pasado, sino que, a través de su gastronomía, invita a locales y visitantes a redescubrir su rica y diversa herencia cultural, prometiendo un fin de semana repleto de historia, buena comida y un entorno de ensueño.