En una cena de gala que reunió a la élite global, los reyes de Inglaterra y el presidente de Estados Unidos compartieron mesa con destacados líderes de la banca y el sector tecnológico. El evento, que simboliza la confluencia de poder e influencia internacional, ofreció un entorno para el debate de temas cruciales en la economía y el avance tecnológico. La asistencia de figuras tan prominentes subraya la importancia de las relaciones intersectoriales y diplomáticas en un contexto global cada vez más interconectado.
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