En Rumanía, las elecciones presidenciales enfrentan al candidato nacionalpopulista George Simion y al europeísta alcalde de Bucarest, Nicușor Dan, en una de las contiendas más significativas desde el fin del comunismo. Con un resultado provisional que da a Dan el 51,2% de los votos frente al 48,7% de Simion, este último ha denunciado fraude electoral. Simion, que sigue la estrategia de Donald Trump, se había proclamado vencedor en redes sociales y alertó sobre supuestas irregularidades en el proceso. Dan, respaldado por líderes europeos, celebró la alta participación juvenil. La elección refleja un voto de protesta contra un sistema establecido percibido como corrupto, en un contexto de crisis institucional que preocupa a la UE y la OTAN.
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