El Gobierno encabezado por Javier Milei enfrenta tensiones con los sindicatos argentinos, marcadas por una serie de movilizaciones encabezadas por la Confederación General del Trabajo (CGT) en protesta por los recortes a las jubilaciones. La protesta inicial se desarrolló el miércoles frente al Congreso, y fue seguida por un llamado a huelga general de 24 horas, afectando sectores clave como bancos, hospitales y escuelas, aunque no los autobuses, debido a una conciliación obligatoria. El malestar social se centra en la insuficiencia de las jubilaciones, las cuales están por debajo de la línea de pobreza, y la mayoría de la población no cumple con los años de aportes requeridos por la ley para obtener una pensión completa. Internamente, la CGT enfrenta divisiones sobre su relación con el Gobierno, y su futura dirección podría depender del resultado de la huelga. El Gobierno, por su parte, minimiza la huelga, calificándola de política, mientras evalúa reformar la ley laboral para flexibilizar el mercado de trabajo.
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