El Partido de Acción Popular (PAP) ha logrado una abrumadora victoria, obteniendo el 90% de los escaños en recientes elecciones. Esta consolidación del poder refuerza su influencia en el panorama político, destacando su capacidad para mantener el apoyo popular y la efectividad de su campaña. La oposición queda significativamente debilitada, lo que plantea interrogantes sobre el pluralismo y el equilibrio político en el futuro inmediato del país.
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