En un panorama donde la seguridad y la soberanía tecnológica se han convertido en prioridades mundiales, la firma francesa SiPearl ha revelado su última innovación: el procesador Athena1. Este desarrollo es una respuesta directa a las crecientes necesidades de seguridad e integridad en sectores críticos como la defensa, la administración pública y la aeronáutica.
SiPearl, nacida bajo el amparo de la European Processor Initiative (EPI) y financiada por la Unión Europea en sus fases iniciales, ha conceptualizado Athena1 como una extensión de su anterior creación, Rhea1. Mientras que Rhea1 está diseñado principalmente para el ámbito de la supercomputación y la inteligencia artificial, Athena1 se enfoca en aplicaciones de doble uso, tanto civiles como militares. La fecha de lanzamiento comercial prevista es la segunda mitad de 2027.
Este nuevo chip no es monolítico en su diseño; ofrece variantes que van desde los 16 hasta los 80 núcleos Arm Neoverse V1. SiPearl enfatiza que su arquitectura está orientada a maximizar la seguridad y la integridad, características esenciales para evitar la inclusión de puertas traseras y mecanismos de desactivación remota, conocidos como “kill switches”. Esta filosofía ya había sido aplicada en su predecesor, Rhea1.
La fabricación del die de Athena1 estará a cargo de TSMC, el gigante taiwanés de semiconductores. No obstante, SiPearl ha anunciado su intención de trasladar el proceso de empaquetado a Europa. Este movimiento estratégico busca fortalecer el ecosistema industrial del continente, reduciendo dependencias externas y aumentando el control sobre la cadena de suministro.
Rhea1, el procesador base sobre el cual se ha desarrollado Athena1, ha sido crucial en posicionar a Europa en el ámbito de la supercomputación, con expectativas de equipar JUPITER, el que será el primer superordenador exascale europeo. Este avance tecnológico representa un potente impulso a sectores como la seguridad, la defensa y la investigación científica.
SiPearl, con presencia en Francia, España e Italia y una plantilla de 200 empleados, ha comenzado una ronda Serie B tras el éxito de su Serie A, con la que recaudó 130 millones de euros. Esta expansión refleja la confianza del mercado en el creciente protagonismo de Europa en el desarrollo de tecnologías de alto rendimiento.
Athena1 promete dotar a Europa de un mayor control sobre sus dispositivos críticos, con un enfoque en la seguridad y la eficiencia, claves para sectores donde la latencia y la integridad de los datos son imprescindibles. La perspectiva de trasladar el empaquetado a suelo europeo no solo representa un avance industrial, sino también un mensaje de independencia tecnológica.
A medida que se acerca la fecha de lanzamiento de Athena1, el ecosistema de software basado en Arm ofrecerá una ventaja competitiva adicional, simplificando la migración de aplicaciones y asegurando la compatibilidad con infraestructuras existentes. Todo esto convierte a Athena1 en una pieza fundamental para reforzar la soberanía tecnológica de Europa.