La industria de la memoria vive un momento crucial que podría afectar a los consumidores hasta 2028. Según datos filtrados en una presentación interna de SK Hynix, el sector enfrenta un crecimiento de oferta limitado y unos inventarios ajustados para la memoria DRAM, lo que se traduce en una presión sostenida en los precios. Este panorama se aleja del tradicional vaivén cíclico de precios, pues está siendo impulsado por demandas específicas del mercado, como el auge de la inteligencia artificial en centros de datos y la mayor inversión en productos de memoria más rentables como HBM.
La industria de la DRAM convencional, aquella que se suele utilizar en ordenadores portátiles y de sobremesa, parece haber quedado en un segundo plano. Las proyecciones indican que la atención y la inversión se están centrando en productos con márgenes más altos, impulsados principalmente por las necesidades tecnológicas de la inteligencia artificial y los desafíos de expandir rápidamente la capacidad de producción en las fábricas de semiconductores.
Este contexto implica que, aunque el número de PCs vendidos no aumente considerablemente en los próximos años, cada equipo es probable que lleve más memoria RAM. La creciente presencia de PCs con capacidades para ejecutar tareas de inteligencia artificial local está fomentando configuraciones de hardware más potentes, con un aumento en la cantidad de memoria RAM necesaria.
Incluso en el ámbito del comercio minorista, se observan señales curiosas que reflejan esta tensión en la oferta. Algunos consumidores han notado fichas de productos, como un módulo de memoria DDR5 de Lexar, que aparece con fechas de envío tan lejanas como 2027. Si bien esto podría tratarse simplemente de marcadores de posición, también refleja un mercado en incertidumbre.
Por su parte, en el ámbito del almacenamiento, la industria tiende hacia una adopción más amplia de productos basados en tecnología QLC, que incrementan la capacidad de almacenamiento a un costo razonable, aunque con compromisos en otras áreas como el rendimiento sostenido o la resistencia.
Ante este ambiente de estrechez en la oferta y potencial alza de precios, se recomienda a los consumidores una estrategia de compra prudente. Aumentar la RAM de un ordenador solo si hay una necesidad real, aprovechar ofertas cuando aparecen, y priorizar la compatibilidad y estabilidad sobre las cifras al comprar son tácticas sugeridas. Además, para quienes dependen de hardware a nivel profesional, anticipar las compras con tiempo de margen puede mitigarlas sorpresas de precios al alza.
En resumen, el mercado de la memoria está entrando en un ciclo complicado, donde la demanda por productos de alto rendimiento y el tiempo requerido para expandir la capacidad de producción están impactando los precios. Los consumidores deberán prestar atención a estas dinámicas para tomar decisiones de compra bien informadas en los próximos años.
