Las recientes declaraciones del Sindicato Médico Andaluz (SMA) y la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) han desatado un fuerte rechazo hacia el nuevo borrador del anteproyecto de Estatuto Marco que el Ministerio de Sanidad ha presentado el 20 de diciembre. Según ambas organizaciones, este documento no solo ignora las reivindicaciones del colectivo médico, sino que, además, representa un retroceso significativo en los derechos laborales de los profesionales de la salud en España.
El SMA y la CESM argumentan que el borrador, que ya había suscitado controversias en versiones anteriores, resulta aún más lesivo para los médicos, afectando de manera directa a sus condiciones laborales y a la calidad asistencial en el país. Desde su perspectiva, el documento refleja un profundo desprecio por parte de la ministra de Sanidad y su equipo hacia el colectivo médico, así como una clara intención de favorecer a grupos y sindicatos afines a su ideología.
Uno de los puntos más críticos de esta oposición se centra en la falta de mejoras en la clasificación profesional y las condiciones laborales. Desde el SMA y la CESM se subraya que las reivindicaciones previamente discutidas han sido ignoradas. El borrador presentada un modelo de clasificación que no solo no beneficia a los médicos, sino que, además, desciende a categorías peores que las contempladas en propuestas anteriores. La inclusión de técnicos de FP superiores como profesión sanitaria titulada, sin mejorar la situación de las profesiones sanitarias, ha sido motivo de descontento.
En el ámbito de la jornada laboral, el documento plantea la continuidad de un modelo que perpetúa la obligación de trabajar jornadas excesivas. Las guardias, que deberían ser consideradas como horas extraordinarias, continúan siendo retribuidas de manera desigual, lo que no solo afecta el bienestar de los médicos, sino que también pone en riesgo el funcionamiento del sistema sanitario. La falta de regulaciones claras sobre la jornada ordinaria y el abuso de las jornadas especiales son temas que intensifican el descontento entre los profesionales.
Asimismo, el borrador mantiene un sistema de incompatibilidades que se considera discriminatorio frente al resto del personal, así como la movilidad forzosa, un tema que ha generado preocupación por la forma en que puede afectar a la estabilidad de los médicos en sus puestos de trabajo. Esta falta de claridad y de mejoras sustanciales en áreas críticas ha llevado a las organizaciones a cuestionar los beneficios de un texto que se comercializa como un avance.
Pese a un pequeño progreso en la jubilación parcial, se han dejado de lado otras demandas relevantes, como la jubilación anticipada y el reconocimiento de la Medicina como profesión de riesgo. Ante la falta de respuestas y mejoras efectivas, SMA y CESM mantienen su firme postura de defensa del colectivo médico y han anunciado la programación de una huelga nacional indefinida, subrayando la necesidad de un diálogo real y constructivo que valore adecuadamente el trabajo de los médicos en España.
La situación actual nueva vez recalca la urgencia de un marco laboral que no solo respete los derechos de los profesionales, sino que garantice una atención de calidad a la población. Sin avances significativos, la crisis en la atención médica puede intensificarse, afectando a profesionales y pacientes por igual.
Fuente: Sindicato Médico Andaluz.
