En un contexto político tenso, el reciente informe de la UCO vincula a Santos Cerdán, ex número tres del PSOE, con la gestión de sobornos, dejando al Gobierno en un aprieto con sus socios parlamentarios. Las explicaciones de Pedro Sánchez han sido consideradas insuficientes, elevando las críticas de formaciones como Sumar y ERC, que consideran dañadas sus relaciones con el PSOE. Mientras el PP aprovecha la situación para atacar al Ejecutivo, socios como Podemos y el PNV muestran su descontento, aunque sin optar por medidas drásticas de momento. La cuestión de confianza ha sido descartada por ministros como Félix Bolaños y Óscar López, quienes insisten en que la estabilidad se demuestra en el Congreso. La presión crece con la dimisión de Cerdán, mientras ERC y BNG exigen explicaciones a Sánchez, quien enfrenta crecientes demandas para abordar los casos de corrupción que afectan al Gobierno.
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