El cardenal Gherard Ludwig Müller, influyente figura del sector tradicionalista de la Iglesia Católica, ha calificado la muerte del Papa Francisco como el fin de una era, manifestando duras críticas al pontificado del argentino por considerarlo cercano a la herejía. En entrevistas con «La Repubblica» y «The Times», Müller ha cuestionado la ortodoxia de Francisco, acusándolo de adoptar posturas liberales y de hacer concesiones que, según él, podrían traicionar la doctrina de la Iglesia. Destacó su oposición al acuerdo con China sobre el nombramiento de obispos, criticó la bendición a parejas homosexuales y la inclusión de laicos en decisiones eclesiásticas. Afirmó que el próximo Papa debería rectificar estas medidas, enfatizando la necesidad de conservar el carácter ortodoxo y no político de la Iglesia. Müller, quien participará en el cónclave para elegir al sucesor de Francisco, remarcó que la Iglesia no debe ser vista como una simple organización humanitaria.
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