Tyler Robinson fue detenido al día siguiente del asesinato ocurrido el 10 de septiembre, después de que su familia lo convenciera de entregarse a las autoridades. Robinson fue reconocido gracias a las fotografías distribuidas por los investigadores, lo que llevó a su familia a persuadirlo para asumir la responsabilidad de sus acciones. La colaboración de sus seres cercanos resultó crucial para que el sospechoso se pusiera a disposición de la justicia.
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