Una reconocida empresa minorista ha anunciado el cierre de aproximadamente 400 tiendas en Norteamérica y el despido de alrededor de 900 empleados. Esta decisión es parte de un plan de reestructuración valorado en 1.000 millones de dólares, diseñado para optimizar operaciones y mejorar la rentabilidad en un mercado altamente competitivo. La medida busca ajustar la estructura corporativa ante los cambios en los hábitos de consumo y la creciente presión del comercio electrónico.
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