Keir Starmer, líder del Partido Laborista del Reino Unido, ha realizado un cambio significativo de política al anunciar que aumentará las ayudas para que más pensionistas puedan pagar sus facturas de energía durante el invierno. Esta decisión representa una importante rectificación por parte de su gobierno, ya que previamente se habían reducido las ayudas, afectando a casi 10 millones de pensionistas y generando una ola de descontento que contribuyó a una notable derrota electoral. La ministra de Economía, Rachel Reeves, había defendido inicialmente la eliminación de las ayudas bajo el argumento de lograr un presupuesto equilibrado. Ahora, frente a una economía débil y la presión del costo de la vida, Starmer insiste en que solo tomará decisiones respaldadas financieramente para frenar el deterioro de su imagen y la del Partido Laborista, que hace menos de un año celebraba una contundente victoria parlamentaria.
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